Resumen
Cansada de la interminable rutina diaria en la gran ciudad, Mari (Kikuchi Akiko) decide abandonar Tokio y regresar a su pequeño pueblo natal junto al mar. Tras dejar atrás la ciudad, Mari se dirige a la prefectura de Shizuoka, dispuesta a empezar a escribir un nuevo capítulo de la historia de su vida.
Plenamente consciente del continuo deterioro económico de su pequeña localidad natal, Mari decide poner su granito de arena para ayudar a revitalizar el pueblo, por lo que abre su propio negocio. Amante de toda la vida de los granizados, Mari decide abrir su propio negocio junto al mar para fabricar y vender este dulce manjar. Poco después de empezar su nueva vida, la madre de Mari le anuncia que una invitada se quedará con ellos durante un tiempo. Hajime (Mine Azusa), la hija de una amiga cercana de su madre, acaba de perder a su abuela y, mientras ella lucha por superar su duelo, el resto de su familia se disputa la cuantiosa herencia de su abuela, por lo que acepta pasar una temporada junto al mar con la familia de Mari.
Con evidentes marcas de quemaduras en su rostro, resulta obvio que Hajime ha sufrido graves heridas, tanto físicas como mentales, pero eso no impide que Mari la contrate para trabajar en su pequeña tienda de granizados. Conscientes de que ambas han llegado a este pequeño pueblo costero en busca de un nuevo comienzo, las dos jóvenes se asientan plácidamente en sus nuevas vidas. Con el compañerismo entre ambas creciendo sin cesar, ¿encontrarán la una en la otra una amistad para toda la vida?
Adaptación de la novela homónima de Banana Yoshimoto, publicada originalmente como una novela por entregas, “No hay cubierta en el mar” es una película japonesa de 2015 dirigida por Toyoshima Keisuke.