Érase una vez

Hace setenta mil años, la diosa zorro Bai Qian (Liu Yi Fei) estudió con el gran Dios de la Guerra, Mo Yuan (Yang Yang). A pesar de hacer su mayor esfuerzo por resistirse a los muchos encantos de Mo Yuan, Bai Qian se enamoró de su maestro y él de ella, pero su felicidad no estaba destinada a durar mucho tiempo. En una batalla brutal con la Tribu del Rey Demonio, Mo Yuan se dio cuenta de que la única forma de encerrar al Rey Demonio era sacrificarse en el proceso. Con su alma desperdigada y su cuerpo preservado en un bloque de hielo, Mo Yuan logró encerrar el mal, dejando que Bai Qian continuara, por toda la eternidad, sin él a su lado. A la espera del eventual despertar y regreso de Mo Yuan, Bai Qian llevó el cuerpo de Mo Yuan de regreso a Qing Qiu, la tierra mística de su familia. Mientras continúa con su vida lo mejor que puede, Bai Qian acepta asistir a un banquete en el Palacio del Dragón del Mar Oriental, donde no solo salva a un niño llamado Ah Li (Peng Zi Su) de ser secuestrado, sino que también conoce a Ye Hua (Yang Yang), el Príncipe Heredero de la Tribu Celestial y su prometido. Ye Hua no tarda mucho en darse cuenta de que Bai Qian es en realidad Su Su (Liu Yi Fei), una mujer mortal de la que se había enamorado hace trescientos años. Pero Bai Qian no tiene recuerdos de su tiempo juntos. Atrapados en una enredada historia de amor que abarca cientos de años, Bai Qian y Ye Hua luchan por comprender por qué su destino parece estar eternamente entrelazado. ¿Será el repentino regreso del Rey Demonio la clave que revele el misterio de su destino que ha estado entrelazado durante mucho tiempo? Adaptación de la novela “Tres vidas, tres mundos, diez millas de duraznos en flor” de TangQi Gongzi, “Érase una vez” es una película de drama romántico de fantasía dirigido por Zhao Xiao Ding.